Semana y media luego de esto, decidí ayudarte con la asignación, para la cual yo necesité ayuda y a ti te fue mejor que a mí. Al salir, hablamos y me invitaste al cine. En la vida había estado tan emocionada. Jamás llegó esa ida al cine, pero a su vez, te convertiste en parte de mi vida, o mejor aún, te convertiste en mi vida.
Dejaste a tu pareja de año y tantos meses juntos, lo único que faltó fue que yo mudara mis cosas a tu casa para justificar tanto tiempo a tu lado. Mis papas te adoraban, tu familia también a mi. Todo era perfecto, no me imaginaba estar sin ti.
4 meses después, llegó ese miedo. Ese que congela tus sentidos, controla tu mente. Nuestra primera discusión y con ella, mis ganas de no estar contigo. Segunda discusión y nos mandamos por el tubo mutuamente. Había otra persona. Tenías a otra persona
Yo intenté mantenerme al margen, ser tu amiga y nada más, pero esa presión en el pecho acababa conmigo cada día más. Llegaron las vacaciones, la oportunidad perfecta. 2 meses sin sin verte y obligada a no quererte más, te consigo por casualidad. Tu tienes tu vida nueva, yo la mía a medias.
No eras mi vida, solo un capítulo de ella.
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