martes, 14 de septiembre de 2010

La historia de mi vida

Recuerdo aquella mañana, la vi pasar por la puerta de aquel salón. Jamás había notado tal belleza en una mujer hasta ese día. Recuerdo que yo tenía 16, ella también, cabello castaño rizado, ojos café, no sabía su nombre. Debía saberlo.

Me sentaba todas las mañanas en el mismo lugar, solo para verla. Yo moría por ella, ella no sabía quien era yo. Un amigo en común se enteró de lo que me ocurría y nos presentó. Ella nunca supo lo que yo sentía. Era la primera vez que experimentaba algo así y no supe que hacer

Luego conocí a Cristina. Rubia, ojos claros, universitaria igual a mí, solo que un poco más avanzada. Ella 20 y yo 17, siempre me pregunté que hacía ella con alguien como yo, aunque la verdad, teníamos mucho en común. La amé como a nadie había amado, sentía que daba la vida por la relación. Ella me enseñó todo lo que yo debía saber sobre el amor y cómo hacerlo. Una tarde, su ex había regresado con el arrepentimiento en los ojos. Yo, un pichón saliendo de su cáscara no tenía nada que ofrecerle.

Jure más nunca enamorarme, no podría soportar algo así de nuevo. Esa sensación de adolescente enamorado por la que todos pasamos, creí que jamás volvería.

Hace dos semanas, te miré a los ojos y vi a alguien que no conocía, a pesar de que crecí contigo. Fue como amor a primera vista, un poco diferente al parecer. La sensación fue igual a la que siente una niña con Barbie nueva, o la de un niño con monopatín. Lástima que a mis padres deba decirle que eres una amiga más. Mi madre moriría si le digo que, aquella con quien jugué muñecas y le enseñé a maquillarse, se ha convertido en el amor de mi vida.


Una crónica para la universidad.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

... Y se repite la historia.

Si, así tal cual. Una vez más, soy "la amiga". A pesar de que uno de mis lemas de vida es "Todo lo que sucede, sucede por una razón", eso no evita que sienta cierta tristeza.

Me alegra que al presentarlas, se hayan convertido en una para la otra, que hoy se amen como jamás pudiste soñar con amarme, pero no es la primera vez que presento a mi "actual" y a su "futura" como mi amiga.

Mientras más ocurre más pienso en cuando será el día que deje de escuchar "ella es la amiga que nos presentó" o "yo andaba con ella cuando nos conocimos" y sea yo quien lo diga. Me gustaría estar del otro lado.

Espero algún día la cosa no vuelva a repetirse, porque esto de alegrarme por la felicidad de otros y no conseguir mi propia felicidad está dejando de parecerme lindo.